GRUPO PALAUSA Y LA TRANSICIÓN ENERGÉTICA
El sector del automóvil es uno de los más dinámicos en numerosos campos. La tecnología y el desarrollo de la nueva movilidad forman parte de esa vanguardia, que configura el mercado automovilístico. La revolución verde ha orientado al automóvil en dos direcciones: la extrema reducción de emisiones en los motores de combustibles fósiles y el crecimiento de propulsores que utilizan la electricidad y el hidrógeno, procedentes de la generación renovable.
En este escenario, nos encaminamos hacia un parque automovilístico que utilizará todas las fuentes energéticas: gasolina, gasoil, hidrógeno, biocombustibles vegetales, energía eléctrica procedente de la red y todas sus combinaciones.
La energía eléctrica de fuentes renovables tiene el hándicap de que no se produce de forma constante, ya que depende del viento, los ciclos de luz solar, el oleaje o el agua embalsada. Tampoco el consumo eléctrico es constante, ya que desciende por las noches y asciende a máximos en ciertas horas del día. Todo ello produce un superávit energético renovable en unos momentos y un déficit en otros.
La senda de la revolución verde desarrolla dos recursos para aprovechar la producción energética de las fuentes renovables en cualquier horario. El primero es la producción de hidrógeno con los excedentes de energía. La producción de este gas se obtiene al romper las moléculas de agua en el proceso llamado “hidrólisis”.
El hidrógeno es un buen combustible cuyo residuo, al oxidarse con la combustión, es nuevamente agua. Esto permite alimentar todo tipo de vehículos con un combustible no contaminante. El segundo recurso para almacenar energía es la creación de superbaterías: enormes “depósitos” de energía eléctrica que la acumulan cuando hay superávit y la ceden durante los picos de consumo para alimentar ciudades, complejos industriales, etc. Ambas instalaciones: plantas de producción de hidrógeno y superbaterías, se encuentran en pleno desarrollo e instalación por todo el mundo.
Este enorme cambio afecta a las marcas líderes del automóvil como Citroen, Peugeot, Opel, Skoda, Volvo, Ford, Kia o Suzuki, que se han adaptado rápidamente al nuevo escenario con vehículos como el Citroen C5 Aircross híbrido enchufable, el Peugeot 208 eléctrico, el Opel Corsa-e, el Skoda Octavia iV, el Ford Explorer híbrido enchufable o el Suzuki Swace híbrido. En todos los casos la red de concesionarios se adapta a esta nueva oferta.
El Grupo Palausa, un importante conglomerado de concesionarios de automóviles, puede ser el modelo para entender dicho cambio: electrificación de las instalaciones mediante importantes inversiones que permiten cargar simultáneamente los coches enchufables necesarios, concentración de redes de distribución, que permiten reducir la huella de carbono y optimizar el gasto energético, formación intensiva en nuevas tecnologías verdes del personal.
Grupos empresariales dinámicos como éste, presente en 9 provincias con 9 marcas, pilotan la rápida transformación de España en un país verde caracterizado por la sostenibilidad. Grupo Palausa, un referente en la distribución de automoción, tiene su mirada en la sostenibilidad a través de sus propias explotaciones agrarias y forestales, operando además 3 plantas fotovoltáicas, una de ellas pionera, con más de 25 años en operación.
