La importancia de un buen mantenimiento del vehículo

La importancia de un buen mantenimiento del vehículo

Los coches de ocasión también exigen un mantenimiento concreto para que se adapten al uso que les des. Te animamos a que leas los siguientes consejos para conseguir que tu vehículo esté siempre como el primer día, ¿nos acompañas?

 

¿Por qué es esencial el mantenimiento de los vehículos de ocasión?

Básicamente, porque te garantizan que vas a conducir un coche más seguro. Además, alargarás su vida útil y te garantizas que cada elemento realiza su función correctamente. Igualmente, a la hora de pasar la ITV te garantizas que no vas a tener ningún tipo de problema. Sin embargo, ¿cómo debes afrontar este tipo de labores al elegir un modelo entre varios vehículos de ocasión?

 

Recomendaciones para mantener tu coche en perfecto estado

Comienza por dividir tu vehículo en distintas partes que has de revisar. Te las contamos en los siguientes consejos para el mantenimiento de tu vehículo:

 

La amortiguación

Es la clave de una conducción más estable y segura. Sería recomendable que los revises cada 20.000 kilómetros. Su desgaste dependerá de la carga que suelas llevar en el coche y del tipo de superficie por el que circules habitualmente.

Los neumáticos

Cada fabricante se encarga de indicar en su etiqueta cuándo has de cambiarlos. No esperes a que se cumpla la fecha y comprueba periódicamente que mantienen su dibujo. En cuanto observes que hay alguna zona más gastada que otra, cámbialos y comprueba qué produce este problema.

Los filtros

El del aire, el del aceite, el del combustible y el del habitáculo has de cambiarlos una vez al año. Fija una fecha para ello en tu calendario. Vas a asegurarte que el motor funcione mejor y que se adapte al uso que le quieras dar en cada momento. Además, lograrás respirar un aire más limpio y con menos partículas de suciedad.

Los limpiaparabrisas

Da igual si llueve mucho donde vives o no. Cámbialos en cuanto llegue el otoño porque seguro que han estado expuestos a altas temperaturas durante el verano. Se instalan con facilidad y te garantizas que cuando lleguen las lluvias podrás limpiar de agua las lunas delantera y trasera.

Los frenos

También depende del tipo de conductor/a que seas, pero debes someterlos a una revisión una vez al año. Son una de las partes que más utilizas y el mínimo desgaste supone más metros de frenada que pueden provocar un accidente.

Los lubricantes

Aunque se recomiende por el fabricante el cambio cada 20.000 o 30.000 kilómetros, sigue el consejo de los especialistas y renuévalos cada 1.500. Es muy frecuente que se acumulen partículas de suciedad que terminan en el motor y afectando a toda la mecánica. Cuanto más limpios los mantengas, más seguridad tendrás.

Los puntos de iluminación

Nos referimos tanto a las luces frontales como a las de posición, las de freno y a los intermitentes. Limpia bien el protector para ganar en luminosidad y haz una prueba una vez al mes de la intensidad lumínica. Si notas alguna anomalía, vete a tu taller de confianza.

El escape y la correa de distribución

A partir de los 50.000 kilómetros revisa el primero y también el funcionamiento del catalizador. Comprueba el tipo de humo que expulsa para solicitar ayuda profesional si fuera necesaria. La correa de distribución está siempre funcionando, por lo que es necesario comprobar que no tiene ninguna fisura. En ese caso, debes cambiarla de inmediato.

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